El escenario es un tocadiscos giratorio alumbrado por luces rosas, verdes y de color azul neón. Se mueve al son de las voces de cuatro mujeres que cantan sus historias de amor y de desamor. ¿Pero qué tienen en común Dulce, Lupita, Daniela y Yuri? Se han enamorado del mismo hombre, Emmanuel, quien  antes de ser asesinado les escribió una carta que las obligará a reunirse y a conocerse. ¿Pero cuál de ellas lo mató?

Manoela, hermana del difunto, será la encarga de reunir a las esposas, amigas, novias y amantes de este hombre prófugo de la verdad y de la fidelidad. Y es en este punto donde el musical comienza: ¿Quiénes son estas mujeres? ¿Cómo conocieron a Emmanuel? ¿Qué papel tiene cada una de ellas en su vida? Castillos, Cuando baja marea, Mentiras, De color de rosa, Amiga mía, ¿Y cómo es él?, Baño de mujeres… son algunas de las canciones que dan respuesta a las interrogantes en la primera parte de la obra.

Sobre los personajes. Daniela, interpretada por la actriz Hiromi Hayakawa, es la clásica esposa estirada y fresa; Yuri, representada por Marta Fernanda, es su mejor amiga, una abogada un poco machorra; Dulce, a quien actúa Kika Edgar, es una tierna intelectual que hace de niñera del hermanito de Daniela; finalmente, Yuri, papel realizado por Paola Gómez, es la típica secretaria bilingüe con minifalda y cabello pintado de rubio.

Nostalgia, pasión, verdades y mentiras, pero sobre todo mucho humor, son los componentes de esta magnífica puesta en escena, cuyos personajes están perfectamente bien estructurados, son sinceros (en cuanto a su representación) y divertidos. Marcan los clichés de los 80’s, desde las típicas frases, estereotipos, hasta los nombres de las telenovelas. El escenario, las luces y la música tienen un excelente manejo. Las voces de sus intérpretes dejan boquiabierto a cualquiera. La ilación de las canciones con la historia es congruente, se entremezclan de forma natural.

El segundo acto comienza con Quiero dormir cansado, Acaríciame, Detrás de mi venta, Toda la vida y La maldita primavera. Melodías que desenmascaran todas las mentiras dichas en el primer acto. ¿Amaba realmente Emmanuel a estas mujeres? Podríamos decir que sí. ¿Y ellas a él? Sí, sin duda, pero estaban cansadas de ser menospreciadas, maltratadas y olvidadas. ¿Alguna de ellas lo mató?

Al final de la obra las intérpretes tendrán que culparse unas a otras y elegir a la asesina. Sin embargo, hay algo raro en la trama. ¿Quién es ese sospechoso personaje de nombre Manoela –Majo Medellín– que se oculta tras una bata negra durante la función? ¿Está o no Emmanuel –Lenny de la Rosa– en el ataúd a sus espaldas? ¡Eso tendrás que descubrirlo tú!

Sin embargo, tras 8 años en los escenarios Mentiras es un musical que garantiza un muy buen rato a todos sus espectadores. Canta, diviértete y revive los 80’s. ¡Te juro!

 

*Reserva tus boletos aquí y no te pierdas Mentiras. Hay funciones todos lo viernes, sábados y domingos en dos horarios distintos. Teatro Manolo Fábregas.