Vegetarianos, veganos, crudívoros, granivorianos… ¿Quiénes son? ¿De qué se alimentan? ¿Se les puede mojar y dar de comer después de la medianoche? ¿Les pasa algo si salen a la luz del sol?
Ante esta lista de preguntas, creo que ha llegado la hora de plantearnos que: 1) hay que dejar de pensar que todo aquel que tiene una dieta distinta a la nuestra es un Gremlin; 2) no tenemos ni idea de qué ofrece el mundo más allá de nuestro menú omnívoro. Y para esto tenemos el ejemplo perfecto, un menú 100% vegano y freegran que cambiará nuestra opinión sobre las dietas libres de productos animales.
Oculto en los barrios marginales de París, sobre la Place Auguste Baron, se encuentra Freegan Pony, un restaurante que tiene por objetivo recuperar las frutas y verduras destinadas a tirarse a la basura. Alladin Charni, okupa y freeganista, quien desarrolló la idea del proyecto, viaja cada día al mercado de Rugins, el depósito de alimentos más grande del mundo, y junto con su equipo de voluntarios recupera todos los productos útiles para cocinar en su restaurante. El menú, estilo gourmet, es preparado por chefs voluntarios. ¿Qué tal te suena un gaspacho de camote de primer tiempo, berenjenas rellenas de verduras con guarnición de arroz y alubias de segundo y una compota de manzana para el postre? ¿Bien, no?
El comedor colectivo es una bodega con mesas de madera largas y banquitos. Es simple, un tanto oscuro pero muy acogedor con sus velas como centro de mesa. Freegan Pony se ha convertido en el nuevo punto de reunión, en el que estudiantes universitarios, hipsters, vagabundos y demás grupos conviven. Unifica a los grupos sociales, que en su recinto pueden disfrutar de un rico menú vegano y apoyar la ideología del no desperdicio de alimentos. La comida aquí es gratis, la propina voluntaria y en el fondo del lugar se encuentra una barra en la que por cinco euros se puede comprar una cerveza o un vaso de vino.
Esta idea también ha contribuido a la modificación de la ley de su país. El 3 de febrero de este año, la Asamblea Nacional Francesa adoptó una ley que impide a los supermercados tirar a la basura la comida no vendida. Además, obliga a que los distribuidores establezcan convenios con asociaciones caritativas para entregarles la comida sobrante. Los alimentos que ahora no podrán tirarse se destinarán al consumo humano, a la alimentación animal y a la producción de energía.
Entonces, ¿has cambiado de ideas? ¿Se han resulto tus dudas? ¿Te atreverías a comer vegano y freegan?