Carnival masks in Mexico

¿Cómo se inicia una fiesta de Carnaval? En Campeche quemando al malhumor. Los habitantes de la ciudad amurallada apresan a un malgeniado individuo con disfraz de pirata y lo custodian hasta el final del malecón. Allí, sin más camino y con poca vida por delante, el muñeco de trapo es encerrado en un féretro e incinerado hasta que su enfado se funde con la tierra.

Día y noche hay baile, por ejemplo, La cabeza de cochino en el que hombres y mujeres visten trajes típicos: los hombres llevan camisa, pantalón blanco y sombrero, las mujeres vestido bordado, collares, canasta y un adorno de flores en el cabello. Los participantes se mueven grácilmente al ritmo de la jarana, uno de ellos lleva una charola en la que dormita una pálida cabeza de puerco. Todo el mundo está invitado a comerla, a saborearla.

Este carnaval es el más antiguo de México, con más de 160 años de historia, y al igual que en su principio, su final conlleva a una muerte: la de una felicidad que no puede ser eterna. ¡Adiós Juan Carnaval! Las fiestas, el baile, los disfraces y la comida no volverán hasta el próximo año.

En Veracruz, Mazatlán y Cozumel, otros puntos de celebración en México, la coronación de los reyes y reinas es un ritual del que el mar ha sido testigo numerosas veces. La gente desfila tras los impresionantes carros alegóricos de los ganadores. Bufones, cortesanos y plebeyos coexisten entre superhéroes, magos y brujas. Pues parte esencial del carnaval se encuentra en la creación de un mundo temporalmente ficticio en el que los invitados encarnan a sus personajes preferidos aunque sea por un día.

Crowds at Mardi Gras 2013
Más allá de nuestras fronteras. Mardi Gras o Martes Grasiento, el gran carnaval de Nueva Orleans, Estados Unidos, retoma estas palabras de una vieja tradición católica en la que el martes anterior a la cuaresma era el último día para disfrutar de los placeres mundanos: carne, sexo, drogas y alcohol. Por lo que nuestros antepasados aprovechaban cada minuto para hacer de las suyas antes de su penitencia.

Hoy, esta lograda fiesta representa el esfuerzo de las asociaciones participantes conocidas como cofradías, cuyos bailes y actuaciones perfectamente ensayadas dejan boquiabiertos a los espectadores. Además, ver desfilar las “King Cakes” —especie de rosca de reyes gigante maquillada con los tres colores típicos del festejo: morado, la justicia; verde, la fe; oro, el poder—, es imperdible.

Y aunque los carnavales han conservado elementos de la tradición católica, también han recuperado su carácter pagano inicial, aquel que de Sumaria y Egipto se heredó a Roma. En Nueva Orleans existe un juego en el que mujeres y hombres exhiben partes de su cuerpo cubiertas a cambio de collares con el fin de coleccionar más, pues según se cree, dan buena suerte todo el año. No obstante, no es una regla general, cada quien puede celebrar y divertirse como lo desee.

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En Venecia, Italia, por otro lado, existe una idea más romántica del carnaval, los asistentes al evento usan disfraces típicos de los siglos XVII y XVIII, e igual que en los viejos tiempos, salen a las calles con la emoción de poder encontrar a un príncipe o princesa oculto bajo un disfraz de plebeyo jugando a enamorarse. ¿Quién no ha soñado esto?

Roi Des Médias, Niza, pinta de colores la Costa Azul de Francia, un lugar ideal para disfrutar el final del invierno europeo acompañado de toda la magia de una de las fiestas más placenteras visualmente de todo el mundo. Fuegos artificiales, botargas danzarinas y composiciones florales adornan el ya de por sí sublime paisaje. Esta bella velada es ideal para para familias con miembros de todas las edades, enamorados, grupos de amigos, transeúntes improvisados y de más.

Fine feathers make fine birds!

Otras historias carnavalescas que merecen ser vividas son las que ocurren en Río de Janeiro, Brasil, un lugar donde la samba no perece. La gente se divierte rítmicamente con esta danza de toques africanos, moviendo las plumas de sus penachos y tangas con listones luminosos. La gran pasarela atraviesa las calles de la Ciudad Maravillosa, cuya arquitectura impresionante —legado del reino portugués— vibra de alegría. Río es Río, un sueño.

Estos carnavales se realizan entre el 5 y el 28 de febrero. Así que si tienes unos días libres, aprovecha para visitar cualquiera de ellos. No importa si vas cerca o lejos, Mazatlán o Niza… Cada festejo es rico en creencias y tradiciones propias que brindan a sus visitantes la oportunidad perfecta para quemar el malhumor y pecar comiendo, ligando o simplemente bailando.