Autor: Atrápalo México

Soy de las personas que evitan ir al centro. La cantidad de gente, el ruido y los olores callejeros me ponen mal. Hacen que quiera salir corriendo despavorida. Pero este fin de semana me decidí a dejar de lado mi temor o apatía y dar una vuelta por el Zócalo y sus alrededores. Caminando por 5 de Mayo, en el Palacio de Iturbide me encontré con la exposición Terra. La materia como idea de Javier Marín, una colección de 90 magnificas obras que hicieron que mi expedición valiera la pena. Un jinete montado en un caballo gigante da la bienvenida a la sala de exhibiciones donde se exponen las piezas creadas por el artista michoacano. La mayoría de ellas se han labrado en barro, mas su apariencia no simula la fragilidad de la cerámica sino la fuerza de este elemento: la tierra. Cuerpos humanos, músculos, rostros, ojos. La materia aquí está viva; tiene textura, movimiento y alma. Los tamaños son disformes, hay humanos de dos metros y otros de apenas 20 centímetros, pero las proporciones que guardan con sus propios cuerpos y dimensiones son tan asombrosas que les brindan cualidades realistas. Sí, da la sensación de que se puede hablar con las estatuas. De que los bustos y cabezas están mirando a los visitantes y que, al salir desprevenidos, una cuchichean –le has mirado los zapatos sucios. Por Dios,...